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domingo, 27 de marzo de 2011

¡Al despacho del director, de cabeza!

Querido..en fin quién seas:

-¡Al despacho del director, de cabeza, los tres!-bramó la señorita Carmiquel. 


 Nos levantamos despacio con la mirada baja. Al pasar junto el pupitre de Marcos este nos sonrió con superiodidad. Dani, una vez más, imitó a su amigo del alma. Miré a mis amigos. Rodolfo, estaba rojo como un tomate. Y Marina tenía un rostro furioso y miraba desafiante a la señorita Carmiquel,  nuestra odiada profesora de Lengua Castellana.
   -Venga, moveos, que no se qué esperáis.-siguió ella, con la cabeza alta.

Y, con una Marina arregañadientes y un Rodolfo vergonzoso, salí del aula.  Nos paseamos por el colegio en silencio. Marina ardía en furia. Estaba roja de ira, con una mueca divertida y temblando. No tardamos en llegar. Rodolfo petó en la puerta. 
-¡Adelante!-exclamó el director con tono aburrido. Seguramente siempre oía lo mismo y,  después de 16 años con este oficio debe de ser muy aburrido. Entramos. Don Julio forzó una sonrisa acompañada de un: <<Hola chicos, ¿qué os traído por aquí?>>.
 Marina respiró hondo y le entregó una nota de Carmiquel en silencio. El director frunció el ceño.
-No me lo puedo creer. En serio, ¿vosotros hicisteis esto, Martina?
-Soy Marina.-corrigió Marina- Y no, lo gracioso de todo esto es que no lo hemos echó nosotros. Sino...
-No queremos ser chivatos.-corté yo-Pero es que dadas las circunstancias...
-No te molestes en ser cortés, Nicolás.-intervino el dire.-Me gustaría creeros pero es que...en la nota la señorita Carmiquel deja muy claro que habéis sido vosotros. ¿Lo comprendéis verdad?
-Sí-exclamamos al unísono.-Y soy Ninguno, no Nicolás señor.-corregí intentando ocultar la risa.
-Bueno, pero aún así, si es que es cierto que no habéis sido vosotros, querría saber quienes fueron entonces los que le robaron el collar a la señorita Carmiquel. 
Cruzamos la mirada. Rodolfo se adelantó.
-Dos compañeros de nuestra clase. Marcos y Daniel.
-¡Ah, sí! Esos dos. Tendré una charla con Martín y David.
 Dejé de escuchar a Don Julio. Cuando me volví a enganchar en la conversación, no se muy bien por qué, pero estaban hablando de los sueños. 
-¿No os pasa algo raro con los sueños?-estaba preguntando el director.
-A mi sí. Pero no sabría explicarlo con palabras.-respondió Marina.
-A mi también.  Pero creo que sí que sabría explicarlo.   A veces lo que sueño creo que es verdad, y lo que me pasa me parece que lo he soñado antes...Además, lo que ha pasado no está escrito en ninguna parte y al fin se olvida. En cambio, lo que está escrito es como si hubiera pasado siempre.-exclamé yo y aquello que dije me dio mucho que pensar.

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